lunes, 1 de octubre de 2007

El observador

Cada mañana salí de casa para comprar algunos cosas que hacían falta para el almuerzo mi vecina, un trigueña maja siempre estaba en las escalinatas del porches de su casa con su pijamas y unas patinas de tigre siempre que salía de casa y pasaba por su puerta encontraba una carta si una carta de barajas o eran espadas o bastos, cuando estaban las espadas era seña creo que su novio o consorte estaba en casa y si eran bastos en la casa estaba puesta una música suave invitando al merengue.

Durante mi tiempo en brusela aprendí que ese juego de cartas de naipe español no se utilizaban ya dijo virginia cuando levante la carta del suelo en plaza, puede ser dije y me sonreí sin que se diera fijar la guarde en billetera…